Raúl habla sobre su trabajo con entusiasmo. Cuando está promediando la sesión, Gustavo comenta
pensé que quizás no vendrías. Raúl lo
mira con sorpresa si te dije que otro día
te contaba. ¿Qué? inquiere Gustavo. Raúl se tira sobre el respaldo del
diván, levanta los brazos, los cruza tras la nuca. ¿Cómo fue tu primera vez? pregunta. A lo mejor tenés ganas de
hablar sobre la tuya. La vista de Raúl se pierde en el ventanal. El día
en que cumplí quince años mi viejo, para mi sorpresa, me invitó al cine y después
a cenar; cuando estábamos comiendo el postre, un panqueque, me acuerdo bien, me
preguntó si ya había debutado, así me lo dijo; yo me puse colorado y negué con
la cabeza; él me preguntó si al menos le
había dado un beso a la que era entonces mi noviecita; cuando le dije que sí,
me preguntó ¨¿le tocaste las tetas?¨ , ¨no
se deja¨, le contesté yo, él se rió y dijo ¨esto hay que solucionarlo¨,
mientras llamaba al mozo. Raúl se interrumpe y pregunta ¿te
aburre? Continuá, por favor Gustavo hace un gesto, alentándolo.
Raúl entrecierra los ojos y sigue salimos, subimos a un taxi y cuando le
pregunté a dónde íbamos me contestó que era una sorpresa; bajamos en un
edificio de departamentos; tocó el portero eléctrico y subimos en silencio; nos
abrió una mujer joven, muy pintada, con ropa apretada ; ¨ aquí te traigo a mi
pichón, te lo recomiendo¨, le encargo papá;
ella se rió y le dijo ¨quedate tranquilo, te lo dejo como nuevo; volvé en una
hora¨; papá se fue y yo me quedé con la mina,
temblando; ella se desnudó, rajaba la tierra, y me puso en bolas; me
sobó por todos lados pero no se me paraba; a mí, que la tenía siempre al palo y
que me pasaba el día haciéndome pajas, no se me paró: lo peor era saber que se
lo iba a contar a mi papá Raúl se cubre los ojos con las manos cuando me vino a buscar yo bajé solo; me
preguntó cómo me había ido y yo le contesté que no quería hablar; él se rió
se tironea de la barba, tanto que la boca se le deforma creo que ahí empecé a odiarlo. Lamento mucho que se nos haya acabado el
tiempo informa Gustavo es valiosísimo lo que acabás de contar. ¿Me
querés creer que siempre tengo miedo de
que no se me pare? Raúl se incorpora se me para pero siempre tengo miedo de que no.
Camina, con la cabeza gacha, hasta la puerta. ¿Estás bien? lo despide Gustavo. A
veces preguntás cada boludez dice Raúl
antes de darle la espalda.
Mientras disca, Gustavo se dice que solo quiere hablar con la
nena. Hola, papi atiende Martina sí, estoy rebien. ¿Cómo te fue en la escuela? Aburrida, como
siempre. Gustavo deja de sonreír
cuando la nena dice corto porque estoy
tomando la leche con mamá, trajo facturas y Nacho no está así que puedo elegir
las mejores. Él se da cuenta de que
le jode. Su hija está disfrutando al merendar con su mamá y a él le jode. Lo asombra ser tan mezquino.
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