martes, 1 de octubre de 2013

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Raúl habla sobre su trabajo con entusiasmo.  Cuando está promediando la sesión, Gustavo comenta pensé que quizás no vendrías. Raúl lo mira con sorpresa si te dije que otro día te contaba. ¿Qué? inquiere Gustavo. Raúl se tira sobre el respaldo del diván, levanta los brazos, los cruza tras la nuca. ¿Cómo fue tu primera vez? pregunta.  A lo mejor tenés ganas de hablar sobre la tuya. La vista de Raúl se pierde en el ventanal.  El día en que cumplí quince años mi viejo, para mi sorpresa, me invitó al cine y después a cenar; cuando estábamos comiendo el postre, un panqueque, me acuerdo bien, me preguntó si ya había debutado, así me lo dijo; yo me puse colorado y negué con la cabeza; él  me preguntó si al menos le había dado un beso a la que era entonces mi noviecita; cuando le dije que sí, me preguntó ¨¿le tocaste las tetas?¨ ,  ¨no se deja¨, le contesté yo, él se rió y dijo ¨esto hay que solucionarlo¨, mientras llamaba al mozo. Raúl se interrumpe y pregunta  ¿te aburre?  Continuá,  por favor Gustavo hace un gesto, alentándolo. Raúl entrecierra los ojos y sigue  salimos, subimos a un taxi y cuando le pregunté a dónde íbamos me contestó que era una sorpresa; bajamos en un edificio de departamentos; tocó el portero eléctrico y subimos en silencio; nos abrió una mujer joven, muy pintada, con ropa apretada ; ¨ aquí te traigo a mi pichón, te lo recomiendo¨,  le encargo papá; ella se rió y le dijo ¨quedate tranquilo, te lo dejo como nuevo; volvé en una hora¨; papá se fue y yo me quedé con la mina,  temblando; ella se desnudó, rajaba la tierra, y me puso en bolas; me sobó por todos lados pero no se me paraba; a mí, que la tenía siempre al palo y que me pasaba el día haciéndome pajas, no se me paró: lo peor era saber que se lo iba a contar a mi papá Raúl se cubre los ojos con las manos cuando me vino a buscar yo bajé solo; me preguntó cómo me había ido y yo le contesté que no quería hablar; él se rió se tironea de la barba, tanto que la boca se le deforma creo que ahí empecé a odiarlo. Lamento mucho que se nos haya acabado el tiempo informa  Gustavo es valiosísimo lo que acabás de contar. ¿Me querés creer que siempre  tengo miedo de que no se me pare? Raúl se incorpora  se me para pero siempre tengo miedo de que no. Camina, con la cabeza gacha, hasta la puerta.  ¿Estás bien? lo despide Gustavo.  A veces preguntás cada boludez  dice Raúl antes de darle la espalda.


Mientras disca, Gustavo se dice que solo quiere hablar con la nena. Hola, papi atiende Martina sí, estoy rebien.  ¿Cómo te fue en la escuela? Aburrida, como siempre.  Gustavo deja de sonreír cuando la nena dice corto porque estoy tomando la leche con mamá, trajo facturas y Nacho no está así que puedo elegir las mejores.  Él se da cuenta de que le jode. Su hija está disfrutando al merendar con su mamá y a él le jode.  Lo asombra ser tan mezquino.

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