Estoy en cinco escribe Gustavo. Cuando estaciona frente a su
casa, Nacho ya está abajo. Muero de
hambre dice el chico ¿adónde vamos?
¿Qué tenés ganas de comer? pregunta Gustavo. Me clavaría un asadito. ¿Vamos a ¨Siga la vaca¨? De una. Ya frente
al vacío y las papas fritas Gustavo pregunta ¿qué fue lo que pensaste? Nacho traga lo que tiene en la boca y
toma un sorbo de cocacola. Estuve mirando
por Internet; si a Marti la están dializando es porque tiene una insuficiencia
renal y eso es para toda la vida, a menos que le hagan un trasplante de riñon.
Hijo, nadie habló de eso, todavía es muy reciente, confiemos en que pueda
recuperarse. Esperemos que sí, pero te quiero decir una cosa Gustavo lo
mira si hay que trasplantarla, yo le
regalo un riñón. Gustavo siente que se le agolpan las lágrimas. Jamás podrá
perdonar sus catorce años de desamor. Este
pibe es una joya, piensa.
Gustavo ya está
acostado cuando busca el celular y teclea Te
felicito por Nacho. Está por apagar la luz cuando el teléfono suena. También es tu hijo lee.
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