Hoy Nacho
me preguntó si su mamá iba a volver inicia la sesión Gustavo es que Cecilia está borradísima, ¿hasta de sus
hijos se olvidó?; me parece que el chico algo registró, quizás nos escuchó
discutir. Y sí comenta Ana María los
hijos perciben todo; además, le debe llamar la atención que ustedes no se
mantengan en contacto. No soy yo quien tiene que darle explicaciones se
justifica Gustavo. Quizá pueda darle
crédito a su percepción de que algo está pasando entre sus padres sin precisar
los motivos; es probable que lo irrite que usted desestime de plano sus dudas.
Puede ser admite Gustavo si la indiferencia de la madre se instala,
algo tendré que decirles; Martina ya está haciendo síntomas; duerme mal, cada
dos por tres aterriza en mi cama. ¿Duerme con usted? pregunta muy seria,
Ana María. No, todavía me queda alguna
neurona; no se lo permito, aunque tengo que reconocer que yo también me siento
muy solo en mi cama; me siento muy solo en la vida, en realidad. Ella
sonríe con dulzura. Hoy, de improviso, se
me aparecieron los padres de Camilo, él los invitó; me conmovió verlos unidos
en el dolor por su hijo. ¿Nunca se sintió ligado a Cecilia a través de Nacho?
No, ahora me doy cuenta reconoce Gustavo debe haber sido duro para ella. ¿Tanto que necesitó vengarse yéndose
con otro hombre? aventura ella. No
estoy diciendo eso; solo que a lo mejor no fui tan buen marido como yo suponía;
ni hablar del padre que fui para Nacho; recién lo estoy descubriendo; es un gran
pibe. Quiere decir que Cecilia hizo un buen trabajo. Sí, siempre fue excelente
madre, no sé qué le está pasando. ¿Intentó hablar con ella? No la quiero
escuchar. ¿Ni por sus hijos? Él sumerge la vista en la alfombra. ¿Cuándo vuelve Cecilia? pregunta Ana
María. Supuestamente en un mes. ¿Usted,
como su hijo, duda de que regrese? Solo quiero que vuelva por ellos. Claro,
porque a usted le conviene que Cecilia permanezca indefinidamente en Chile. ¿Qué
quiere sugerir? pregunta él, irritado. Que
mientras ella esté lejos, usted puede hacer de cuenta que solo se fue por el
trabajo; no necesita dar explicaciones ni a sus padres ni a sus hijos; hasta
puede engañarse a sí mismo; es el marido abnegado que para que su mujer pueda
desarrollarse profesionalmente, se hace cargo de sus hijos. Gustavo
experimenta una repentina vergüenza. Teme enrojecer. Se sirve un vaso de agua.
Carraspea. Cuando salga de aquí cenaré con una mujer
dice buscando recuperar su autoestima. Ana
María hace un gesto de sorpresa. Él se
siente fortalecido. Es una compañera del
curso continúa contando Natalia se
llama, creo que es mayor que yo. ¿Soltera? No lo sé; solo hablamos de nuestros
pacientes, ella también es principiante; cuando me quise acordar estaba inmerso
en esta cena. ¿Se arrepiente? Tengo que confesarle que me asusta; quizás ella
lo tomó como una cita y yo ni sé si tengo ganas ni sé cómo debo actuar; Cecilia
tenía razón, estoy oxidado. ¿Quién promovió el encuentro? Gustavo se queda
reflexionando. Ella, en realidad admite. Despreocúpese,
ella, entonces, sabrá conducirlo.
Novela por entregas. Gustavo está iniciando su carrera de terapeuta. Miércoles a miércoles, su propia vida y la de sus cinco pacientes se va modificando. ¿Los acompañamos?
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