Lucas dice agua informa Daniela pronuncia clarito; me
dijo la fonoudióloga que cree que va a aprender a hablar; ahora lo sigue mucho
al padre; cuando quiere algo, viene y lo agarra de la mano; Ariel lo entiende
bastante. No tanto como a vos. ¡Soy la madre! dice ella e inmediatamente,
mirando la alfombra, informa ¿a qué no
sabe a dónde lo invité a mi marido? Gustavo eleva los hombros y cejas. A un hotel mira a Gustavo y sonríe ante su expresión de
sorpresa fue su cumpleaños sigue explicando y le dije que tenía un regalo especial para
él; como yo no manejo lo fui guiando, el no entendía nada; cuando llegamos, creyó
que le estaba haciendo una broma y se río; todo estuvo a punto de fracasar
porque me ofendí y me dio una vergüenza tremenda; pero finalmente, entramos; le
juro que nunca hicimos el amor así; en ese ámbito yo me sentía otra; cuando se
cumplieron las dos horas la llamé a mi mamá y le pregunté si me bancaba otro
rato; pasamos la tarde completa hablando y abrazándonos; con Lucas dando
vueltas, hace dos años que no podemos estar tranquilos; cuando le dije que
había pensado que tenía otra le agarró un ataque de risa; fue hermoso.
Gustavo la observa: ella está hermosa. Sonrosada, los ojos brillantes. Ariel propuso que repitiéramos la
experiencia al menos una vez por mes; es maravilloso sentirse la amante de tu
marido busca una pastilla en la cartera, se abraza con ambos brazos y dice gracias, sin usted no hubiera descubierto
que era capaz de tomar la iniciativa. Sus palabras caen sobre Gustavo como
un bálsamo.
Frente al
semáforo, Gustavo llama. San, ¿me hacés
el favor de pasar a buscar a los chicos?, yo estaré en lo de mi vieja alrededor
de las nueve y cuarto. Le tocan la bocina. Arranca. Friends will be friends, tararea.
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