Raúl se sienta.
Cruza la pierna derecha sobre la rodilla izquierda. Extiende un brazo sobre el
respaldo. Sonríe. Se te ve bien comenta
Gustavo. Estoy bien le aclara Raúl la página está funcionando a full; logré
armar un grupito; el lunes di la primera clase. ¿Cómo te sentiste? De diez comenta
parece que hubiera nacido para enseñar;
Lisa cuando me veía explicarle algo a mis hijos me lo había dicho varias veces.
¿Qué pasó con la refacción? pregunta Gustavo. Empiezo mañana, da para unos cuantos meses dice Raúl y calla. ¿Lisa? Raúl lanza una carcajada. Ya sabés, es una puta, estamos cojiendo como nunca. Ante el prolongado
silencio, Gustavo pregunta ¿algo de lo que quieras hablar? Raúl se
encoge de hombros., se queda un rato pensando y luego dice el viernes lo llamé a mi hermano; vinieron el sábado, cena de cuatro;
no estuvo mal, nosotros medio trabados pero las mujeres condujeron la noche, se
quedaron hasta la una. ¿Por qué se te ocurrió llamarlo? Pregunta Gustavo,
extrañado. Lisa me insistió, en realidad
ella siempre me insiste pero si me siento mal, no me dan ganas de verlo; odio
ser siempre el perdedor; empiezo a sentirme mal cuando lo veo bajar de su
Mercedes; fue la primera vez que se tocaron temas personales; están teniendo
problemas con su hijo mayor; es probable que repita cuarto año por segunda vez;
no saben en qué anda; le sugerí que lo llevaran a un sicólogo, ellos son muy
resistentes al respecto, para tratar de presionar les comenté que yo estaba en
terapia, se sorprendieron mucho, para mi viejo ese siempre fue un tema tabú;
por primera vez en mi vida me dio pena, me imagino la preocupación de tener un hijo
así; nosotros tuvimos suerte con los chicos, son dos joyas. No es solo cuestión
de suerte acota Gustavo. Puede ser solo
comenta Raúl y luego calla. Tanto tiempo que Gustavo pregunta ¿en qué estás pensando? Raúl mira el
piso, se reacomoda, carraspea. Al fin dice ¿te
parece que siga viniendo?, ya todo se encaminó. Gustavo se queda helado. ¿No querés venir más? No es eso, me pregunto
hasta cuando necesitaré seguir en terapia. Gustavo mira el reloj. Considero que el alta es prematura pero
ambos lo pensaremos durante esta semana; te veo el miércoles que viene. Como
dice mi hermano, no te largan más comenta Raúl mientras se incorpora.
Gustavo está
desconcertado. Dos pacientes seguidos queriendo dejarlo. No quiere que se
vayan, ninguno de los dos. Son parte de mi vida, se dice. Mensaje de Natalia.
Ni ganas de contestarlo. Me siento mal, piensa. Va hasta el baño y se toma una
aspirina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario