Gustavo acaba de
leer El lenguaje de los gestos por
eso observa con atención a Raúl, sentado con soltura en el diván. Como si fuera suyo, piensa. Está reclinado
sobre el respaldo, la sonrisa franca, la pierna derecha apoyada sobre la
rodilla izquierda. Un hombre concluye él, qué duda. Recuerda las piernas cruzadas de María Inés, también su postura
es acorde a lo descripto para su género. Gustavo se pregunta cómo se sentará el
marido de ella. Hoy lucís satisfecho
inicia la sesión. Anoche finalmente
cojimos dice Raúl. Se te nota
comenta Gustavo. En cuanto entré a casa
después de mi primera vez, la vieja me preguntó “¿te pasó algo?”, ¿será que se
me queda pegado el olor a sexo? ¿Será que tengo buen olfato con los pacientes? bromea Gustavo. Raúl
ríe. Gustavo repara en que es la primera
risa en tres meses de tratamiento. ¿Debe reír él? Solo acentúa la sonrisa y
después pide contame. Aunque no puedas creerlo, fue ella la que
vino al pie; yo ya ni la buscaba, estoy harto de me deje pagando. ¿Pasó algo
que explique el cambio de actitud de Lisa? ¿De veras considerás que vale la
pena hacer el esfuerzo de intentar comprender a las mujeres? Raúl ríe de
nuevo y después refiere con sumo detalle todo lo acontecido en la cama, se
regodea describiendo sus habilidades amatorias. Cuando Gustavo considera que ya
es más que suficiente y se dispone a interrumpirlo, Raúl, de la nada, informa le dije a Lisa que estaba pensando en irme
de casa. Al fin, piensa Gustavo. Sin embargo, solo comenta entonces el sexo fue resultado de una
amenaza. Amenaza, no se defiende
Raúl lo estoy pensando en serio. Lo estabas pensando lo corrige él y la
sonrisa de Raúl se congela. Le arruiné la alegría, piensa Gustavo. Siempre conseguís joderme se lo confirma
Raúl. ¿Trayéndote a la realidad? ¿Qué es
la realidad? se enoja Raúl. El
proyecto de irte de tu casa se va a pique porque tu esposa aceptó tener sexo con vos dice Gustavo. ¿Habrá sido demasiado agresivo?
Si Ana María lo escuchara, ¿lo retaría? La sombra permanente de su propia
analista. ¿Vos querés que me vaya de
casa? pregunta Raúl. ¿Vos creés que
deberías irte de tu casa? reformula Gustavo. Raúl apoya los codos en las
rodillas, junta las manos y se proyecta hacia adelante mientras dice a lo mejor es la única manera de que ella
descubra que me necesita. ¿Entonces? pregunta
Gustavo. No puedo irme. ¿Por qué? Raúl entierra la vista en la alfombra. ¿Por quién? Los ojos de Raúl describen
una trayectoria curva hasta que enfrentan a Gustavo. Soy yo el que no puede vivir sin
ella confiesa en voz muy baja. Hace
meses que estás viviendo sin ella. Raúl parece tan abatido que Gustavo mira
su reloj y aunque faltan unos minutos determina lo dejamos por hoy.
Ocho minutos por
delante. ¿Martina o Cecilia? Desde el celular y parado llama a Cecilia,
ella debe ocuparse de la nena. ¿Se puede
saber dónde corno estás? le larga antes de saludarla. En una reunión. ¿Qué reunión? ruge Gustavo. Cecilia corta. Él
insiste, descontrolado. El celular
solicitado está apagado o fuera del área de servicio. Marca el número de su
casa. Hola, pa contesta Nacho. ¿No
estabas en lo de un amigo? Sí, pero mamá me pidió que volviera a cuidar a Marti,
diez años tiene la bebita. Gustavo escucha
el ruido del ascensor y pese a la voz de la nena exigiendo pasame con papi, corta. Al arreglarse el cuello de la camisa se
roza la carótida. Bombea. Mal estado para estrenar a Daniela. Otra derivación del
compañero de golf de su padre. ¿Le sobran los pacientes o es solo por hacerle
un favor a mi viejo?, piensa. Cuando abre la puerta se sorprende. No parecía tan
jovencita por teléfono. Frágil.
espero que la de mañana sábado llegue temprano.
ResponderEliminarram
Para acompañar el cafecito del desayuno?
ResponderEliminarEs interesante verificar que el terapeuta también es humano. Tiene los mismos problemas cotidianos que el resto del mundo; mujer, hijos, etc.
ResponderEliminarGustavo tendrá su propia sesión? Su historia me parece tan interesante como la de sus pacientes.
Voy por más..!!! Estoy esperando que llegue Daniela.
Daniela es la última paciente del día. Luego Gustavo irá a lo de Ana María, su terapeuta control.
ResponderEliminarPor último, lo veremos en su casa. Y fin del primer miércoles.
estoy ansi oso, lo leo antes que el diario.
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