Camilo llega, se acomoda en el diván y calla. Luego de
un rato Gustavo le pregunta. ¿Hay algo
que me quieras contar? El chico niega con la cabeza. ¿Lograste que te llevaran a reunirte con Sofía? Sí, pero mi mamá se
quedó charlando con la madre; un bajón. ¿Vos le pediste que se fuera? ¿Delante
de todos le iba a pedir?, se tendría que haber dado cuenta sola, es grande,
¿no? ¿Se tendría que haber dado cuenta de que vos sos grande? le aclara
Gustavo. ¡Obvio!, me trata como si
tuviera diez años; Camilito de aquí, Camilito de allá; parece tarada. ¿Con tu mamá también estás enojado? ¡No me
los banco!, ¡no los aguanto más! Camilo
aprieta los puños cerrados. ¿Solo porque
no pueden ver que ya creciste? Camilo lo mira fijo, en absoluto silencio
durante un largo rato y luego saca el celular del bolsillo. ¿Estás esperando una llamada? El chico
niega con la cabeza y lo guarda. ¿Pasó
algo? arriesga Gustavo. La otra noche
los escuché discutir informa y calla. ¿Me
querés contar? Camilo se encoge de hombros pero después de unos segundos
dice oía las voces pero no entendía lo
que decían; en un momento mi mamá empezó a llorar, entonces agarré un vaso y lo
apoyé en la pared; me pareció escuchar que ella decía: ¨en algún momento se lo
vas a tener que decir a los chicos¨. ¿Te pareció? Camilo, sin mirarlo, reconoce no, lo escuché muy bien. Como el chico
permanece en silencio Gustavo inquiere ¿y
después? Se ve que mi hermanito también
oyó algo porque empezó a llorar, mamá lo fue a ver y así se acabó
todo. ¿Y qué se te ocurre que tendría
que contarles tu papá? ¡Ni idea! ¿Pensás preguntárselo? ¡Para qué!, todavía no
conseguí que me diga por qué llegó tarde; a mí no me lo va a decir nunca. ¿Y a
quién pensás que podría decírselo? Camilo calla. Creo que hay muchas cosas que
estás necesitando hablar con tus padres y que no encontrás la manera. El
chico asiente con la cabeza. ¿Llegó el momento?, se pregunta Gustavo. ¿Te
parece que los invitemos a tus papás, a ver si aquí te resulta más fácil
conversar con ellos? Camilo apoya la nuca sobre sus brazos cruzados, mira
por la ventana. Después de unos cuantos minutos dice puede ser.
Gustavo busca el celular. Camilo aceptó invitar a sus padres le escribe a Natalia. Tendrá que consultar con
Ana María cómo manejarlo. ¿Quién está más asustado con la posible entrevista?,
¿Camilo o yo?, evalúa. Llama a su casa. Hola, pa atiende Nacho sí, todo bien; no, no me tomaron; sí, comí
en casa, recién termino. Gustavo ya
no sabe cómo sostener la conversación y aunque no debe, pregunta ¿sabés algo de tu madre? No dice el
chico mamá está borrada y luego
agrega voy a sacar a pasear a Lacán.
No solo Martina acusó recibo del alejamiento de Cecilia. Qué hija de puta.
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