¿Se peleó
con su personal trainer? comenta
Gustavo cuando ve entrar a Laura con traje saco y zapatos de taco alto. Al
sonreír, ella agita el cabello. No, vengo
de la editorial; no se imagina lo bien que me trataron. ¿Usted suponía que no
iba a ser así? Laura durante un buen
rato habla sobre su encuentro con el responsable de diseñar la tapa. ¿Le mostró la foto que había seleccionado?
¿Cómo hace para acordarse de todo? pregunta ella, arqueando las cejas. ¿Se la mostró? insiste él. No, me dio vergüenza reconoce ella quién soy yo para darle indicaciones a un
profesional. Otra profesional, que, por algún motivo, había elegido esa foto le
aclara él. Me dejó su dirección de mail,
por ahí se la mando si a usted le parece. No le estoy dando indicaciones,
Laura, solo sugiero que haga conocer sus deseos, deje a los otros la
posibilidad de que le digan sí o no. Puede ser dice ella que luego de una
pausa informa el domingo fue el
cumpleaños de Luis; fuimos todos a almorzar afuera. ¿Su hijo también? Sí, hacía
más de siete meses que no lo veía; hasta último momento pensé que no iba a ir.
Sin embargo fue recalca él. Sí, se
sentó en la otra punta y casi no me dirigió la palabra, pero fue; en un momento
María sugirió que para el día de la madre nos reuniéramos en su casa; mucha
gracia no me causó, siempre nos reunimos en la nuestra; de a poco me van desplazando. Quizá su hija
pensó que en terreno neutral sería más fácil para Federico. Ni se me ocurrió admite
Laura sí, tal vez. ¿Y qué dijo su hijo?
Ni sí, ni no; fue raro verlo, por momentos sentí que ese no era mi hijo;
parecía más grande, se dejó la barba, no le conocía la ropa; me sorprendió
hasta el tono de voz; como si hubiera crecido a mis espaldas. Quizá precisó
tomar distancia para que usted pudiera verlo como es realmente. Sí, mi hijo ya
es un hombre. ¿Cuántos años tiene? Veintiséis contesta Laura y los ojos se
le llenan de lágrimas. María puso un
gimnasio, Paula está planeando un jardín de infantes y su hijo pudo vivir ocho
meses sin su asistencia; ¿tanto le cuesta verlos crecer? Gustavo la mira
con intensidad ¿por qué no disfrutar de
haber generado tres seres humanos independientes? Con las chicas lo estoy
consiguiendo pero verlo a Federico me golpeó. ¿Qué tal si intenta comunicarse
con él de adulto a adulto? propone Gustavo mientras recuerda lo difícil que
le resulta contactarse con su propio hijo.
Le prometo que lo intentaré.
Desde el
domingo que no te comunicás con tus hijos. Martina llora, duerme mal. Nacho ni
quiere hablar del tema. ¿Tan poco te importan? Envía el mail sin releerlo. Está agitado. Sale al
balcón. Un día precioso. Octubre es el mes más lindo del año, piensa. Recién se
da cuenta de que Cecilia no va a estar para el día de la madre. Pobres pibes.
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