Aprobé tres de las cuatro materias informa Joaco ya pasé de año. Estás contento, me imagino. No tengo nada de que sentirme orgulloso, no debería haberme llevado ninguna. ¿Quién te dijo eso? No empecemos, eso es lo que yo sé que mi papá piensa. ¿Estás tan seguro de conocer todos los pensamientos de tu papá? Los que tiene con respecto a mí, sí. Veo que tenés facultades supranormales. ¿Por qué me decís eso? Porque nadie puede saber lo que piensan y sienten los demás, solo los narradores omniscientes, si mal no recuerdo. Sí, justo acabo de rendir eso. ¿Y qué suponés que piensa tu padre sobre vos? Que soy un bueno para nada, ni me preguntó por los exámenes, ya ni le importa. A lo mejor no te pregunta a vos pero le pregunta a tu mamá; o a lo mejor no necesita preguntarte porque él también es omnisciente y conoce los resultados. El pibe se ríe. Después, serio, cuenta te hice caso y miré a mi familia. Nunca te doy órdenes, solo sugerencias, no tenés que cumplir también conmigo, Joaco. Es lo mismo dice Joaquín, ladeando la cabeza. ¿Y qué observaste? A mi hermano, sobre todo; se la pasa mirando a papá, nunca me había dado cuenta; a mamá, poca bola y yo, directamente no existo; está de acuerdo con todo lo que dice mi padre, parece un robot. ¿Te gustaría ser como él? El chico se queda pensando. Sí y no; me gustaría ser inteligente y sacarme todos diez pero no ser un olfa de papá; por primera vez me dio un poco de pena. A lo mejor, si te dedicás a observar a tu padre también descubrirás sus debilidades, esas que todo ser humano tiene por el hecho de ser tal. No sé si quiero. Claro, si descubrieras que tu padre no es infalible tendrías que considerar que puede haberse equivocado y que, a lo mejor, sí servís para algo; eso sí, es más fácil decidir a priori que uno no sirve porque eso nos ahorra los esfuerzos. Puede ser; también pensé que a mi hermano le vendría bien venir para que entienda qué le pasa con papá. Tu hermano es demasiado chico para iniciar un tratamiento al margen de sus padres; tampoco sería conmigo porque este es tu espacio; si, en algún momento, conseguís hablar con tus padres y explicarles el proceso que vos estás haciendo y ellos consideran que también para tu hermano sería beneficioso, en ese caso, yo me ocuparía de buscarle un terapeuta apropiado. ¿No te parece que es demasiado para mí? Sí contesta Gustavo, sonriente creo que tenemos mucho para recorrer antes de que puedas ocuparte de otros. Para el examen de lengua también tuve que estudiar ejemplos de refranes: ¨la caridad bien entendida empieza por casa¨. Gustavo ríe. Recuerda de improviso, sus propósitos. Qué boludo, ya se le fueron dos pacientes. Busca un papel y escribe. Antes de que se me olvide, esta es mi dirección de mail; me escribís en cualquier momento. ¿Entonces no me vas a llamar después del 15? pregunta, Joaquín. Una cosa no quita la otra contesta Gustavo, profundamente satisfecho.
Gustavo, recostado en el diván, reflexiona. Siete seres humanos pasaron por sus manos durante este primer año. Y sabe que, aunque fuera de la manera más modesta, logró modificarlos. ¿Hay profesión más gratificante? Tendrá que ponerse en campaña para conseguir nuevos pacientes. Le escribirá a los compañeros de facultad con los que conserva algún contacto. Lástima que no puede pedirle a Natalia; más allá de Mariana, ella, en su momento, le ofreció un par de derivaciones. Lástima que no pueda verla más. Qué mina. Cómo le gustaría abrazarla. Se levanta. Va al baño, se lava la cara y se peina. A recibir con decoro a la última paciente del 2012.
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